miércoles, 18 de junio de 2008

Salud musical y mendicidad


Si en muchas ciudades han prohibido la mendicidad, en Pamplona no sólo ha aumentado, sino que también se está fomentando. Con sorpresa nos hemos enterado de que muchos establecimientos de hostelería ubicados en la Plaza del Castillo y Carlos III, pagan a los señores de las acordeones... Pero no piensen que es como agradecimiento de la "ejecución" de sus obras (y nunca mejor dicho), es para que se marchen a otros lugares. Y claro, aparecen en la Vuelta del Castillo, en un cruce de calles o junto a algunas iglesias. Por favor, si no quieren prohibir la mendicidad en Pamplona, que al menos les paguen unas clases de acordeón, eso facilitará a que la salud musical de los paseantes no se deteriore más. Se me ocurre que no estaría mal un concierto de la Pamplonesa con los chicos de las acordeones, a ver si así nos dejan tranquilos durante un rato.

Pendiente de ser publicada en el Diario de Navarra